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12/08/2018


Diana es la esencia mas insondable de mi unidad. Soy Diana, el Albor del Día entre las esperanzas abatidas, soy la Luna brillante entre las confusiones mas oscuras, soy el arbitrio justiciero entre las manos mas precisadas, soy el roble mas selvático de todos los robles, soy la castidad encarnada, a desolación de mi divinidad. No soy de este mundo. Mi mundo, no es un orbe señero. Mi mundo, es mi estar, dentro de otros más externos. Mi mundo, es el fondo de todos los mundos, y tú ser, que es de esta tierra, es mi varón privilegiado, tú floreces como mi elegido, desde la infinitud de los tiempos.

He observado tu substancia, desde épocas antiguas, desde antes que prorrumpieras en tu mundo, he vertido en ti, mis ofrendas más preciadas, mis requiebros más profundos, mis suspiros más espontáneos. Y ahora, que tu sobrehumana apariencia, en esta, tu vida, se halla en el ecuánime paraje de tu reciedumbre, mi impedimento primordial, hacia la propia complacencia, me lleva a empuñar un secreto, en el cual tropezarás, con su verosimilitud, y con toda su gradación. Durante toda mi substancia, he rondado sobre las de mis elegidos, pero tú eres el Uno, con quien, a desconsuelo de mi adecuado entorpecimiento hacia mi propia complacencia, ello, en ningún tiempo ni mundo, me ha impedido forjar mi existencia, aquella substancia, como la causante de la tuya. Si bien quedarás desconcertado, tu me has visto y percibido, desde siempre, y sin fructificar sobre nuestra coexistencia, me has visto... entre tus impetraciones mas feroces; entre tus abismos mas lascivos; entre tus aspiraciones mas trascendentales; entre tus contemplaciones, mas allá de todas las miradas; entre las yemas de tus dedos arrullando toda mi existencia corpórea; entre tu majestuoso sigilo por entre todos los sigilos; entre tu humedad sobrehumana por debajo de las flamas del amante eterno; entre tu inmortal Deimon Sagrado, embelesando mi efigie eterna; entre tu expectación paciente, ciñendo a todas las demás esperas; entre tu posterior intento infructuoso de arrojarme hacia la complacencia prohibida, aunque mas no para ti; entre mi consecuente puja de aparentar eternizándome sin confesar a mis dioses, que te sigo abrazando con mis labios; entre la Unicidad de tres seres inmortales bebiendo de la dulce ambrosía de la Flor del Génesis… la Unidad Sagrada, tu y yo, los tres, siendo Uno, y el Uno, siendo los tres; me has visto entre la penumbra, con tus imperceptibles agitaciones y mi aparente desinterés hacia mis labios envolviendo tu perenne señal, en una danza cuasi eterna, que no conoce los costados, y que murmura eternidad… solo danzamos, únicamente, desde arriba hacia abajo, y desde abajo, hacia arriba.

Nunca te librarás de mi presencia. Seguiré siendo Diana, la castiza guía luminosa entre tus noches más sombrías, pero también, la dócil brisa, mas la complaciente humedad de mis labios, seguirán rozando tus oídos, y al mismo instante, abrazando tu perenne señal.

Yo, Diana, la que soy de otro mundo; aunque tú eres de este; nuestro Deimon Sagrado, empero, siempre será de ambos.

Nunca desesperes, si no logramos la Unidad en lo trino, porque solamente será por un momento, en el cual, nuestros mundos, por simples doctrinas de Orden, no coincidirán. La Unidad es inevitable, jamás nos disolveremos entre la bruma de la desesperanza, jamás feneceremos, disolutos, en el oscuro bosque de las indiferencias. Jamás.

Puesto que la sabiduría te ha sido entregada en cada unión trinitaria, la portas íntimamente, y cada vez que haya un nuevo encuentro, en ese justo y espiritual instante, en el que el Uno se convierte en trino, tu sabiduría ascenderá hacia un nuevo peldaño por sobre las gradas de tu propia Conciencia.

Soy Diana… y te amo. Soy Luz… y por mi intermedio, resplandeces. Soy de otro mundo, pero a través de ti, eternamente, seré de este. Y juntos en el Uno, siempre seremos tres… por entre todos los mundos imaginables.


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08/08/2018


Desde los inicios de los tiempos, y al momento de comenzar a controlar y a dominar el fuego, para nuestro provecho, veíamos al fuego (PIRA=piros=fuego), como una energía ascendente, que transformaba la materia densa, en energía sutil, elevándose hacia los cielos. Cientos de miles de años, como especie, hemos visto al fuego, nos hemos sentado alrededor del fuego, hemos hecho miles de rituales alrededor del fuego, o bien, hoy en día, hacer un asado, es un ritual mas del fuego, porque los asadores se colocan alrededor de la carne que se está asando, y surge una atracción inconsciente, hacia esa conversión de la materia densa, en materia dispersa, o energía, y a la transformación de la carne por el mismo acto del fuego. Los egipcios han representado el fuego, en sus "PIRA-mides", y sabían muy bien, que si los rituales, alrededor del fuego verdadero, se elevaba hacia el cielo, desde el pináculo de una fogata encendida, lo mismo aplicaron en sus pirámides, y pirámides prolongadas, denominadas obeliscos, la forma fálica de las pirámides. Mientras que la pirámide, es la matriz, la vulva, la parte femenina, el obelisco es el falo, el pene, la parte masculina; y en esa dualidad, masculino femenino, la energía se eleva hacia el cielo (Kundalini), y aquí entramos en terrenos de magia sexual, esa manera de encender el Kundalini, por medio del sexo, sin llegar a la consumación, o al éxtasis, o al volcado del semen, o al derrame del éxtasis de la mujer, porque ambas energías, masculina y femenina, si se la vuelca, es liberada, queda desechada, inútil, y al hacerlo, juega en contra del concepto del Kundalini, concepto que se constituye como el de elevar la conciencia del Hombre, en tanto que su Universal, es decir, varón y mujer, por supuesto.

Por ello, la analogía de las "PIRAmides", que son una máquina de retener y canalizar energía, hacia el pináculo, y mas aún, hacia el cielo, ya sea a través de las vibraciones causadas por medio del flujo del agua, utilizando válvulas, que se cierran y abren, con la subida y bajada de la marea del agua, y con ese vaivén, con ese movimiento, similar a la magia sexual, se produce energía, que es retenida, y aprovechada, y no así, liberada y desperdiciada.

Pero podemos ir mas lejos con las analogías, por ejemplo, el cristianismo, para resumir, en mayor o menor medida, es un sincretismo de la religión egipcia, y por ende, ha heredado sus bases fundamentales esotéricas, por mas que hoy en día, estén tergiversadas hacia un marcado exoterismo. Y si comenzamos a recordar las formas finales, externas de las iglesias, de casi todos los estilos arquitectónicos, podremos ver una forma "PIRA-midal", es decir, otra manera de canalizar cierta energía, hacia un determinado pináculo. En el caso del catolicismo, esa energía, es la de la oración, energía que intentan hacer fluir hacia el pináculo, hacia la cima, y luego, tal como una fogata, hacia el cielo, hacia Dios; pero, tal como la energía liberada por el fuego de una fogata, es desperdiciada (al menos que se la canalice para otros fines, como el dar calor), también, la energía de la oración, de los feligreses del catolicismo, es liberada, y no es retenida, porque esa liberación de la energía de la oración hacia un dios externo, es el exoterismo, es la eyaculación del hombre y de la mujer, en el acto sexual, es energía liberada, desperdiciada, e inútil, y por lo tanto, ya sabemos lo que sucede con el catolicismo actual, sus fieles atrapados en un proceso de Imitatio Christi, que les impide verse a si mismos, para intentar buscar a sus dioses, es decir, obtener sus respuestas a sus plegarias, en su propio templo interior, en lugar de dirigir dichas plegarias, hacia lo alto del templo material, plegarias que se disiparán, y nunca retornarán, a modo de respuesta alguna, ya que todas las respuestas, las hallaremos dentro nuestro, y ninguna otra especie diferente al ser humano (refiriéndome al concepto del dios del catolicismo) nos dará respuesta alguna, ni atenderá nuestras suplicas.

Los egipcios, en cambio, hicieron la gran proeza de aprovechar la energía de la Madre Tierra (lo femenino, la base cuadrada de la pirámide) y transformarla, a través del falo (lo masculino), en energía reutilizable, para el propósito que sea; tal como el concepto filosófico del Kundalini, que es el de retener la energía sexual ascendente, y con ello, la energía, queda en el Hombre (varón y mujer)  y se transforma en una elevación de la conciencia. Es el mismo concepto de INRI, que significa, "IGNE NATVRA RENOVATVR INTEGRA", y que significa (no como comúnmente se sabe, "Jesús de Nazaret, Rey de los Judíos"), sino que, en el sentido esotérico, significa, "La Naturaleza será renovada íntegramente, por el fuego (PIRA-piros-fuego)". Jesucristo, lo que hizo, fue magia sexual (algunos la denominan como Dianismo en estos tiempos), magia que no está destinada a eliminar el acto sexual en el Hombre, todo lo contrario, es decir, a enaltecer el acto sexual, incluso, el hacer que lleguemos hasta un momento antes del éxtasis, y en ese mismo instante, sepamos encausar la energía del "vaivén", de la marea de nuestro río Nilo interior, en pura conciencia ascendente, conciencia que elevará el amor verdadero, y aplastará la pasión disfrazada de amor, y nos encenderá las luces de nuestras percepciones, ya sean provenientes desde el mundo sensible, o bien, desde el mundo intelectivo e intuitivo. Si dejamos que la energía del acto sexual, sea desechada, perdida, eyaculada, derramada, etcétera, nos estaremos acercando hacia el oscuro mundo de los egos, al mundo animal, y al mismo tiempo, nos estaremos alejando del mundo de los dioses, del mundo de la Luz, del maravilloso, pero a la vez doloroso mundo, en el cual, nuestra conciencia se expande mas y mas. El catolicismo y otras religiones dogmáticas, sin olvidarme de las pseudo religiones, necesitan que la energía del Hombre, se disipe, se pierda en la nada, y por lo tanto, ninguno de sus fieles, tendrá la posibilidad de elevar su conciencia por si mismo, y por lo tanto, serán fieles eternos, aprisionados dentro de una cárcel con barrotes construidos con sombras.

Las PIRA-MIDES, es la medida del fuego que asciende por el Falo, que la Pirámide femenina contiene en su uterino interior, pero ese fuego, libera energía, y esa energía, no es perdida, sino que es aprovechada, ya sea, para dar Luz y agua corriente a las casas del Egipto antiguo, o para dar Luz y corriente de energía, a nuestro Templo Interior, a nuestra conciencia. Nada se debe perder, por lo que todo se debe transformar.

Por lo tanto, desde mi punto de vista, las pirámides, además de un gran complejo hidroeléctrico y dinámico, representa al Hombre (varón y mujer), que debe contener, para vibrar en armonía, en esa magia sexual, intercambiar esas vibraciones, conformar lo que Carl G. Jung denominaba como el Deimon Sagrado, un tercer ente egregórico, conformado por la energía sexual retenida antes del momento del orgasmo, y ese Deimon Sagrado, será la fuerza interior, esotérica, que enaltezca nuestra conciencia, ese Deimon Sagrado, es el verdadero Dios externo, pero egregórico, conformado sobre la pareja unificada, y que, luego de finalizado el ritual sexual, aquel Deimon, retorna a la pareja, a modo de constituirse como un paso más hacia arriba, por los peldaños de la escalera de Jacob, un paso más hacia arriba, en el ondulatorio serpenteo sobre la Vara de Hermes, un paso mas hacia arriba, en igualar, mente y espíritu, intelecto y conciencia, ambas cosas, totalmente diferentes, porque se puede tener intelecto, sin haber alcanzado el despertar de la conciencia, y también, se puede haber alcanzado el despertar de la conciencia, sin poseer demasiado , o nada, de intelecto.
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10/07/2018

Visita mi página, "El Hombre de las 101 Mil Caras": https://www.facebook.com/ElHombreDeLas101MilCaras
Mas allá de los conceptos propios y específicos del Kundalini y de la energía que parte desde la base de la Columna Vertebral, hasta llegar a la cúspide, a abrir el tercer ojo, a la Corona, al despertar de la conciencia; dicho despertar de la conciencia, jamás llegará solo, sino que, conlleva una necesidad implícita, y que tiene que ver con la voluntad; con la perseverancia; con la vocación; con el desprendimiento de la percepción errónea, de que lo material y los lujos, es lo que nos va a hacer felices; con el entendimiento de que nuestra estadía aquí en la Tierra, es efímera y a la vez, pasajera y corta; con la comprensión de que, sumado a lo anterior, somos uno con el universo, y sentirlo de esa manera; con el entendimiento de que todos somos dioses, aunque pocos se dan cuenta de ello; con el destino implícito de que, el despertar verdadero, junto con lo anterior, llegará cuando comienzas a ser Dios dentro de ti mismo, es decir, cuando comienzas a liberarte de los egos, es decir, de las bajas pasiones, herencia propia del reino animal, y al mismo tiempo, comenzar a enaltecer las virtudes, y/o a crear nuevas, y conjuntamente con ello, a ser creativo en un amplio espectro del pensamiento, es decir, a crear, lo que sea, pero a crear, ya que, heredamos esa cualidad universal, de ser creativos, tal como lo fue nuestro Universo en sus inicios, y lo sigue siendo hoy en día, pero, para crear, a veces se necesita destruir, y al igual que lo ha hecho siempre, nuestro Universo externo, el Macrocosmos, también debemos hacerlo con el Microcosmos, con el Universo interno, con nosotros mismos, debido a que, tanto el macro, como también, el microcosmos, ambos, en esencia, son lo mismo, y por lo tanto, ese despertar de la conciencia, es como un vendaval de información que fluye por nuestra mente, vendaval que debemos aprender a canalizar de alguna manera, y esa manera, es la creatividad, es nuestro trabajo de ser dioses, es nuestro destino de liberarnos de las hipocresías, del individualismo, del odio, del simplismo y de las banalidades, propios de esa poderosa fuerza sexual que proviene desde la base del Kundalini, para poder llegar a la Corona, es decir que, nuestro Tercer Ojo, el verdadero Despertar, se darán en el preciso momento (momento que puede ser bastante largo, dependiendo de la voluntad, perseverancia y vocación que nos impongamos a nosotros mismos), momento en el que comprendamos, que somos capaces de transmutar, lo que sucede en la base misma, de nuestra Pirámide Corporal, Pirámide esta, con su base o fundamento compuesto de 4 lados simbólicos (4 elementos, es decir, lo material), la cual es la base misma del Kundalini, y poder llegar a transmutar dicha materia, -eso que nos mantiene aferrados a lo meramente terrenal-, hacia lo eminentemente espiritual, y que es el quinto elemento, el Pináculo de la Pirámide, y el cabezal de la Vara de Hermes, el Tercer Ojo mismo, y en términos cerebrales, la Glándula Pineal. Todo lo anterior, es una gran analogía, -u otra manera de ver el ascenso hacia el Despertar de la Conciencia-, a la Estrella Flamígera y el Hombre de Vitruvio, ya que nuestro trabajo, es simple en esencia, pero trabajoso en sus aspectos particulares, porque debemos transmutar 4 en 1, es decir que debemos trabajar para llevar a nuestro ser, desde el "plano" físico, terrenal, básico, y meramente animal (base de la Pirámide, de la Vara de Hermes, del Kundalini, de los 4 vértices inferiores de la Estrella Flamígera) hacia concebir a nuestro ser, en tanto que persona, como una existencia delimitada por lo mental y por lo espiritual, (es decir, el uno, todo lo superior, respecto de lo detallado en el anterior paréntesis), dejando atrás, o al menos, intentándolo, a nuestra herencia animal básica (dejando atrás el 4, a la materia misma).

Cuando logramos lo anterior, comenzamos a crear, comenzamos a comprender al mundo, de otra manera, siempre desde nuestro imperfecto punto de vista, aunque, perfectible, por supuesto. Comenzamos a tomar todo el poder que proviene desde la base misma del Kundalini; esa energía, del "plano" material, ascendente, energía meramente sexual, simbolizada por las dos serpientes enroscadas en la vara o báculo; y tomamos todo ese poder, y lo aprendemos a llevar hacia nuestra mente, transmutando lo que nos hace seres meramente animales, propios del "plano" material, a ser seres de Amor y de Luz, propiamente dicho.

Y no sorprende, que las serpientes enroscadas, sigan un patrón similar a la doble hélice del ADN (ADaN), y ese patrón doble, del ADN, contiene en su constitución morfológica, la esencia del número PHI, la esencia misma del propio Universo, que todo lo impregna, y es la base de nuestra esencia para llegar a obtener el Amor y la Luz, a través de PHI.

Por ello necesitamos ascender, o transmutar la energía de lo material, en energía cerebral, porque, las ideas que aportemos al mundo, podrán transformarse en soluciones progresistas para toda la humanidad, basadas en el Amor, y en la Luz, fundamentado, todo lo anterior, por la Creatividad misma proveniente desde PHI, es decir, desde el Universo mismo. Y dichas ideas que el mundo necesita, no necesitan nombres, porque son ideas destinadas al bien común, y por ende, cuando nos desprendemos de aquellos 4 lados, de las tiranas fuerzas de la materia, de lo material, cuando nos despojamos de la necesidad material y egóica, de llegar a ser ricos, y de esa necesidad de tener todo lo que por nuestro mundo sensible ingresa; porque, lo anteriormente expresado, es propio de la base del Kundalini, de la base de la Pirámide, es propio de los 4 vértices inferiores de la Estrella Flamígera; cuando nos desprendemos entonces, de lo material, seremos seres de Amor y de Luz, siempre comprendidos entre la imperfección que caracteriza a nuestra especie, por supuesto.

Por otro lado, el Despertar de la Conciencia, -la cual es un proceso inciciático, es similar a muchas auto iniciaciones juntas y progresivamente ascendentes, como si fueran incontables chispas mentales una después de la otra, y cada una mas arriba y mas grande que la anterior, o bien, también comparo a aquel Despertar, como un cúmulo extendido en el tiempo, de interminables clics mentales, es como la ocurrencia de varios tipos de frases con una especial y repetitiva semántica, dichas todas y cada una, de manera interna, como por ejemplo: "Ahh, ahora comprendo"-, todo ello, nos hace ver, o mejor dicho, mirar hacia adentro, muchas otras cosas mas, como por ejemplo, el mirar -siempre de manera esotérica-, que, tenemos que vivir pensando en despegarnos de lo animal, tal como decía anteriormente, y comprender a la par, de que tenemos el deber de  transmitírselos a nuestras familias, a nuestros hijos, esposa o esposo, y a todos los demás que podamos, y un ejemplo de esa transmisión hacia los demás, es está Página Web.

Obviamente, que, el alimentar a nuestras familias, el mantener un hogar, el pagar impuestos, etcétera, es decir, el tener que mantener todo lo anteriormente dicho, necesita de un ingreso digno, porque ¡debemos vivir!, y vivir en este mundo, en el que hoy nos toca, dentro del actual tiempo evolutivo; pero jamás el ser humano debe ir por el camino de la vida, con la supuesta creencia, de que la riqueza material, nos resolverá todos los problemas, porque a veces, los problemas, son una construcción mas de notros mismos, y muchas veces, como consecuencia de darle rienda suelta a los egos, es decir, en ese justo momento, en el que, el ser humano, todavía continúa viviendo en la base del Kundalini, en la base "Plana" de la Pirámide, en las 4 puntas de la Estrella Flamígera, etcétera, sin saber, o sin querer realizar el trabajo de transmutar, aquella energía terrenal y animal, en Amor y en Luz. Entonces, cuanto más nos elevamos, cuanto más aceptamos, a cada momento, a nuestros pesares diarios, cuanto mas aceptamos que el sufrimiento es parte de nuestro crecimiento interior, -ya que toda piedra sufre al labrarla-, cuanto mas nos mantenemos tranquilos ante las vicisitudes y ante los sufrimientos internos y de los que nos rodean, y al mismo tiempo, sabemos transmitir a los demás, dicha tranquilidad y aceptación, es justamente allí, el momento en el que nos elevamos, el momento en el que comenzamos a abrir nuestro tercer ojo, o mejor dicho, el justo instante en el que nuestra capacidad de mirar mas allá de lo evidente, se hace patente y real, y es allí, el momento en el que comenzamos a escapar de la Caverna de Platón, es allí, el preciso instante en el que dejamos de ver sombras en la pared, para pasar a mirar los verdaderos objetos o sujetos que proyectan dichas sombras.

Y otro dato más que deseo agregar, en este gran y arduo proceso del Despertar de la Conciencia, es que debemos tomar el impostergable hábito, de recordar nuestros sueños, y no así, el llegar a reprimirlos, incluso, tomar el hábito de ser partícipes activos en nuestros sueños, el llegar a tener los que se denominan, Sueños Vívidos, es decir, y para explicarlo mejor, el despertarnos en el medio de los sueños, debido a algún motivo "x", y luego de ese motivo "x", mantenerse pensando en dicho sueño, y volver a dormirnos, pero ahora, con una diferencia  muy sustancial, con respecto a un sueño "común y corriente", y que es, el ingresar al sueño, el que teníamos antes del motivo "x" que nos despertó, e ingresar de manera consciente, dentro de ese mundo onírico de los sueños, y actuar de manera consciente, dentro de esa energía proveniente desde lo inconsciente, volvernos hacia adentro, introyectarnos dentro de nosotros mismos, y luego, en el verdadero momento de despertar, de levantarnos de la cama, poder analizar y comprender, qué es lo que nos quisieron decir las imágenes que nos mostraron nuestros sueños, interpretarlos, y hacerlos conscientes. Y nunca dejar este otro hábito, -sumado al anterior, de recordar los sueños, y no vivirlos como en este caso-, porque sino dejamos este otro hábito, estaremos inmersos en una maravillosa relación biunívoca, de nuestra conciencia, de nuestro Yo, con nuestros Homínidos y con nuestros Reptiles que llevamos en nuestro Sistema Límbico, esos seres arcaicos, los cuales son los que se dedican, entre otras labores, a construir nuestros sueños de cada día, y debido a ello, debemos entablar una gran relación con ellos, entendiéndolos, traduciendo sus mensajes, hacia el tipo de mensajes que la consciencia entiende, porque nuestro inconsciente, es una parte esencial de cada uno de nosotros, es una parte que sabe todo de nosotros, de manera individual y también colectiva, y que, se yerguen como los seres internos, -y que si bien demandan recompensas propios de ellos, de los egos-, son los que nos quieren decir ciertas verdades propias, verdades estas, que nuestra conciencia, muchas veces, no llega a darse cuenta.

Nelson J. Ressio.


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13/10/2014


Recordando que en épocas precolombinas ciertos Reyes Católicos y su séquito de seguidores afirmaban con toda confianza en si mismos, que la tierra era plana y que además, era el centro del universo, siendo que muchos años antes de que esta concepción geocentrista y equivocada haya sido el dogma científico y filosófico reinante de ese tiempo, tanto los Vikingos, los Chinos, los Egipcios, los Fenicios, los Griegos, y muchas otras civilizaciones milenarias, ya habían intentado circunnavegar el globo, y que, mas allá de su éxito o no, tenían en claro una cosa... que la tierra no era el centro del universo y que tampoco era cuadrada.
Para refutar aquella disparatada idea nacida desde el dogma puro del Catolicismo, un hombre, llamado, Cristobal Colon, -o Cristoforo Colombo-, allá por el año 1492, convenció, por medio de palabras y hechos que solo un Caballero las porta, a unos monarcas muy reticentes a cambiar la postura inamovible del dogma eclesiástico. Y mas allá de lo que la historia no nos deja muy en claro, estos monarcas tenían un gran apego a cierta Orden Militar totalmente separada, desencontrada y con corrientes de pensamientos opuestos al Catolicismo, por lo que el éxito en las negociaciones fue rotundo, y para esa parte del mundo y en ese tiempo, la idea de que la tierra era un gran cubo, quedó sellada con el fuego de la razón, mas allá de que la redondez de la Tierra y el heliocentrismo ya habían estado en muchas mentes de incontables civilizaciones predecesoras a la europea.

Entonces, el mundo, al fin, dejó de ser un cubo, para ser aceptado como una gigantesca mole esferoide que flota en el viscoso y oscuro espacio, girando alrededor del sol y dentro de una inconmensurable galaxia, y por las entrañas de un universo casi infinito.

Por consiguiente, retornando a los días actuales, es notable como el Catolicismo ha comprendido cabalmente el concepto de esfera, con lo que ha aprendido a dejar plasmado dicho cuerpo geométrico espacial, en incontables obras de arte, entre pinturas, y diversas esculturas en diferentes lugares en donde tiene presencia el Estado Vaticano.

Pero, de la que me toca referirme aquí, es de una escultura, que de solo verla, impacta por su rareza conceptual, por sus claros rasgos y esencias ocultistas, por su incompatibilidad -a primeras vistas- con las demás esculturas del Vaticano, por dar la idea de un modernismo tecnológico que va mas allá de todo lo conocido hasta ahora, por el nombre del lugar -dentro del Vaticano- en donde fue emplazada, y por sus varias analogías con la Luna, y hasta con la Estrella de la Muerte, de la película Star Wars, aunque, de todas maneras, ésto no es lo que se develará cuando le quitemos el velo.

La referida escultura, es nada mas y nada menos, que una gran esfera de cobre, que rota constantemente, sobre el piso del "Patio de la Piña", en el Vaticano.

Dicha esfera, no es solamente una esfera y ya, sino que esconde a simple vista, un sinnúmero de características que la hacen ser acreedora de la mirada de millones de turistas al año. Las mencionadas características, se basan principalmente, en que porta entre sus entrañas metálicas, otra esfera mas pequeña, incrustada ésta entre una serie de lo que aparentan ser mecanismos de movimiento y que además, dan la idea cinematográfica de que en algún momento comenzarán a moverse, como si la esfera fuera un Transformer a la espera de su activación por parte de quien sabe quien.
La esfera interior y mas pequeña, da la apariencia de que se incrustó dentro de la esfera exterior, con lo que de esa manera rasgó su superficie alrededor de aquella.

Hasta aquí, y mas allá de sus rarezas constitutivas, es solo una compleja escultura que, según su creador, el arquitecto Arnaldo Pomodoro, solo menciona escuetamente que la esfera metálica, representa los daños que hicieron las bombas arrojadas durante la Segunda Guerra Mundial sobre su tierra natal. Pero, la duda, la intuición y el sentido común, me llevan a entender que, mas allá de la versión oficial, existirían mucha incógnitas mas dentro de su aparentemente simpleza conceptual, aunque no así constitutiva.

Primero, y antes de comenzar a ver mas allá de lo evidente, mostraré unas imágenes de la escultura, "Esfera dentro de Esfera", ubicada en el Patio de la Piña, en el Vaticano:

Esfera dentro de Esfera del arquitecto italiano, Arnaldo Pomodoro.

Esfera dentro de Esfera del arquitecto italiano, Arnaldo Pomodoro, ubicada en el Patio de la Piña, objeto éste (la piña) que se ve en el centro y al final de la foto, bajo el arco de la estructura principal del edificio.

Hasta aquí, muy bellas imágenes por cierto, pero además, a partir de aquí, comenzaré a valerme de la duda, de la intuición y del sentido común, virtudes cimentadas por un humilde bagaje intelectual acumulado en mi, desde edades muy tempranas.
Únicamente nos deberemos hacer una pregunta básica, y es la siguiente. ¿Porque la escultura, Esfera dentro de Esfera, se encuentra en el Patio de la Piña, y no en otro lugar del Vaticano?

Para responder a esta cuestión, primero debo arrojar Luz respecto de lo que representa la Piña, de lo que ella simboliza, de su representación arquetípica en la psique humana y de su milenaria concepción histórica.

Piña ubicada en el patio que lleva su nombre, en el Vaticano, y que recibe la mirada constante de la Esfera dentro de Esfera, además de dos pavos reales frente a frente asemejándose al Caduceo (ver mas adelante), en donde dos serpientes también se enfrentan enroscándose hacia arriba. El entrelazamiento de dos animales (serpientes o pavos reales) en dirección a la cima de la conciencia, representa la inevitable y poderosa energía sexual transmutada hacia una conciencia del si-mismo.

La Piña; fruto del Pino, árbol perteneciente al grupo de las coníferas y, dentro de éste, a la familia de las pináceas, que presentan una ramificación frecuentemente verticilada y más o menos regular; en primera instancia, simboliza a la Glándula Pineal humana, -de ahí su nombre-, la cual constituye una pequeña parte en el cerebro medio que se ocupa de regular el ritmo circadiano, es decir, las etapas del sueño, y los estados alterados de conciencia, por medio de la segregación de hormonas en el cerebro. La imagen siguiente es una pequeño y simple esbozo de la Glándula Pineal del cerebro humano, y por lo que intuyo, muchos ya la estarán relacionando, -aunque sin una concepción lógica que la asocie con la Esfera-, con la Piña del Patio del Vaticano:

Glándula Pineal humana con una morfología muy semejante a la piña del árbol del pino.

Prosiguiendo con los significados de la Piña y de la Glándula Pineal, adjunto un extracto del Diccionario Colegiado de Webster:
"...[la Glándula Pineal es]... Un pequeño apéndice cónico del cerebro de todos los vertebrados craniados [y] que [en] algunos pocos reptiles tiene la estructura esencial de un ojo, que funciona en algunas aves como parte de un sistema de medida del tiempo, y que se postula ser un vestigio del tercer ojo, un órgano endocrino o el asiento del alma..."
La representación arquetípica del cono del pino, es decir, de la Piña, en lugares como en la India, en la mismísima tradición hindú, les enseña a sus seguidores a despertar el tercer ojo, activando sus "siete chakras". Activación que se corresponde con un ejercicio que proviene desde épocas antiguas, épocas en las que Colón todavía no existía, y en las que también tenían muy en claro su lugar en el mundo y en el universo, tradición aquella, que hoy en día no ha perdido vigencia alguna, y que se denomina, "Kundalini Yoga", la que postula entre sus preceptos milenarios, que su práctica habitual, afecta de manera directa a la conciencia humana, con el objetivo primordial de desarrollar la intuición, de aumentar el conocimiento de uno mismo, y de acrecentar el potencial creativo del ser humano.

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Pues, como ya se habrán dado cuenta, el símbolo esotérico del "Kundalini Yoga", es el caduceo, un símbolo que cuenta con dos serpientes enroscadas (al igual que lo hacen los dos pavos reales alrededor de la piña del Vaticano). Primero veamos una imagen de lo antedicho:

El Caduceo, con dos serpientes enrolladas sobre la denominada Vara de Hermes (a la izquierda) y la representación del Kundalini Yoga (a la derecha). Nótese en ambas imágenes, en la parte superior, las dos finalizan en una esfera y en una especie de pétalos abriéndose, además de las alas que parten de cada uno de sus lados.

Como ya se han dado cuenta, aquí agregamos un elemento mas a la ecuación, y que es el concepto de reptil, es decir, la serpiente, animal tan vilipendiado por el génesis de la Biblia, ya que solo quería que el ser humano se haga un libre conocedor del bien y del mal, del propio conocimiento de la vida y de la muerte, esa serpiente quería que el Hombre obtuviera, la tan prohibida por el Dios del Edén, Conciencia del Si-mismo, conciencia ésta que nos hace abrir los ojos para mirar un mundo que otros solo pueden ver. Con la conciencia mirarás mas allá de lo evidente, pero, contrariamente, con la inconsciencia, solo podrás ver hasta la punta de tu nariz.

Hasta aquí entonces, tenemos el Patio de la Piña en el Vaticano, que alberga en su interior, a la escultura denominada, "Esfera dentro de Esfera", -objeto de análisis en este artículo-, a la Piña del árbol Pino y a sus representaciones arquetípicas y esotéricas, y a la Glándula Pineal, como representación del tercer ojo o del sueño y de la conciencia del ser humano. Pero, acabo de agregar un actor más a esta historia, y que es un actor reptiliano, y para nada es el de la serie televisiva, "Invasión V", sino que es un "simple" animal rastrero, es, ni mas ni menos que, la propia serpiente del Caduceo, del Kundalini Yoga y del Génesis. Las serpientes enroscadas en aquella vara (así como los dos pavos reales alrededor de la piña en el Vaticano), representan a la energía sexual ascendente hacia la conciencia del si-mismo, energía sexual ésta, muy poderosa, constructiva y a la vez destructiva del Ser, si ésta no es correctamente canalizada de manera precisa hacia un destino superior y consciente. La energía sexual mantenida siempre en ascenso hacia la virtud, transmutada en acciones y en creaciones, es el claro efecto de las serpientes en ascenso por nuestra médula espinal, mientras que lo contrario, es decir, el no dejar que esa poderosa fuerza que proviene de la libido, se transforme en lo que nos hace Seres Humanos conscientes, nos mantendrá en un mar de bajas pasiones, de desenfrenos, de iras incontenibles y de vulgaridades existenciales, conduciéndonos a que nuestra Alma quede apresada, y la inmortalidad para ella, sea una utopía inalcanzable. 

Y agrego aquí un dato interesante, en alusión a lo anteriormente expresado, y que es por este tema que todos los eclesiásticos del Catolicismo no deben casarse ni deben tener relaciones sexuales, debido a que sus energías libídicas tienen que mantenerse en la conciencia del Ser, es decir, tienen que ser redirigidas hacia la conciencia, hacia la Glándula Pineal, hacia el tercer ojo, hacia el extremo superior del Caduceo, hacia la cima de la Vara de Hermes... hacia Dios... hacia ese ojo que se ubica dentro de nuestro Sistema Límbico, o cerebro reptiliano y que en algunos animales se asoma en su frente asimilándose a un tercer ojo.

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Pero también debo anexar aquí, y que si bien en muchas culturas mas, el tercer ojo, o conciencia del si-mismo, es representada por una Piña, o en otras, por una marca en la frente en línea vertical recta con la nariz, en otras culturas, como la egipcia, el tercer ojo o Glándula Pineal, -eso que los conectaba con sus propios dioses y con la Gran Mente del Todo-, es el archiconocido Ojo de Horus, cuya forma, encontrada dibujada a veces con lapislázuli, se asemeja también a la anatomía cerebral que rodea a la Glándula Pineal. Observa la comparación recién mencionada, en la siguiente imagen:

Comparación del Ojo de Horus y la anatomía del recubrimiento de la Glándula Pienal (7), y la propia glándula en el centro de aquel (45).

Por lo tanto, si bien todo esto parece una mezcolanza conceptual, mitológica, esotérica, arquitectónica, anatómica y fisiológica, a continuación, podrán corroborar que no es así, y que todos ellos se relacionan entre si, y además, como si lo analizado aquí fuera poco, todos los actores se hallan en una conexión directa con la escultura denominada, "Esfera dentro de Esfera", objeto de análisis en este artículo. 
Así es queridos lectores, dicha esfera de cobre, la cual porta una gran analogía con un ojo, no habría sido puesta en el Vaticano como una simple representación de las bombas arrojadas en la segunda guerra mundial y nada mas, sino que, por el contrario, todo lo antedicho convergería en una revelación extremadamente intrigante, y a la vez muy escalofriante además, para la psique colectiva inconsciente, una verdad que aparenta ser invisible para los que no ven mas allá de sus propias narices.

Dicha esfera, cuya imagen muestro nuevamente y a continuación, estaría representando a la conciencia del si-mismo, al tercer ojo, al Kundalini Yoga, a la Glándula Pineal, a la Piña del patio del Vaticano (por eso se encuentra colocada allí), al ojo de las serpientes del Caduceo, al ojo de la serpiente del Génesis Bíblico... esta intrigante esfera, nos está recordando los inicios y orígenes reptilianos de la humanidad, sea por una completa evolución Darwinista, o por una modificación genética del ADN en los Neandertales, por las manos extraterrestres de los Anunnaki. Sea cual fuere el origen del Ser Humano, es innegable nuestra naturaleza reptiliana, naturaleza que está magistralmente representada en la esfera del Patio de la Piña, en el Vaticano... y para que todo cierre, ¿que mejor lugar para colocar dicha esfera no?

A partir de aquí, por medio de mi análisis precedente, podría estar develando un gran misterio, que hasta ahora se encuentra oculto bajo los velos de la ignorancia y de la inconsciencia. He aquí el mensaje oculto de la Esfera del Vaticano que nos hace recordar muy bien, que aquellos dioses internos, -y como algunos afirman, también externos-, todavía continúan entre nosotros, haciendo caer -o no- a la tan aceptada Teoría de la Evolución de Darwin:

Comparación de la Esfera del Vaticano ubicada en el Patio de la Piña (Glándula Pineal o tercer ojo u ojo de Horus) con un ojo de un reptil, específicamente, de una serpiente.

Una dato es seguro... el ser humano es reptil por naturaleza, y todavía porta en su psique profunda, las tiranas fuerzas del reino animal... del reptiliano... pero... ¿cual ha sido el origen mismo de esa naturaleza? ¿Fue lo que nos ha contado Charles Darwin, o lo que nos ha contado Zecharia Sitchin como resultado de sus 30 años avocado al estudio y análisis de las miles de tablillas dejadas por la civilización Sumeria? Ambos hombres invirtieron su vida entera en averiguar un posible origen -o cambios- en las especies y en la humanidad, y si bien la evolución darwiniana es evidente a todas luces, ¿quién nos dice que en el camino evolutivo hacia ser lo que hoy somos, no se introdujera una mano extra para crear una nueva especie a imagen y semejanza de ellos... de los dioses?
En Génesis 1:26, dice:
"Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y ejerza dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra."
Entonces, ¿por qué se hace referencia a la creación del Hombre, en plural? Si Dios estaba conceptualmente constituido por un conjunto de muchos seres, es totalmente comprensible lo que indica el Génesis, y por ende, igualmente comprensible lo que nos intentó mostrar Zecharia Sitchin con sus deducciones sobre las tablillas sumerias.

Y una cosa es cierta. El ojo metálico que está en el Vaticano, constantemente se encuentra rotando 360 grados, como si estuviera mirando -respaldado por la conciencia de la Piña- en dirección a los cuatro puntos cardinales... hacia las cuatro esquinas del mundo... de un mundo esférico.


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