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03/07/2023


¿Existe una profunda relación entre el sexo y la divinidad?

Adentrémonos en el análisis del cómo el acto sexual trasciende lo meramente físico para convertirse en una experiencia que nos conecta con la esencia misma de la Creación. A lo largo de este análisis muy particular por cierto, descubriré cómo el sexo nos transforma en co-creadores y en portadores temporales de un propósito divino, exploraré sus dimensiones trascendentales y reflexionaré sobre su poder para elevarnos a la altura de Dios. Sumérgete en este fascinante viaje donde exploraremos, desde ahora en más desde mi punto de vista sumado al del lector, la conexión entre el ser humano y lo divino a través del acto sexual.

Reflexionando sobre el poder del sexo, tanto en su función procreadora como en su carácter sublime y placentero, nos adentramos en un proceso único que va más allá de la mera satisfacción física y tiene un impacto significativo en el bienestar mental y emocional de los seres humanos. En este sentido, el Hombre, como universal y no como representación de un determinado género, se asemeja a Dios, concebido como un Proceso Creador, Causal, Material y Primigenio.

Es importante destacar que existen otras actividades en las cuales el hombre se convierte en un auténtico Creador, equiparable a Dios. Desde el noble acto de construir una pared o unas columnas que sostienen un edificio, hasta las habilidades creativas de un artista, las proezas de un actor que llega a la conciencia de su público mediante su arte, pasando por el escritor que, a través de sus libros, crea mundos y realidades completas según su voluntad. Sin embargo, el acto creador más sublime y trascendental es el sexo, ya que sin la procreación que se produce a través de él, las demás actividades creativas del hombre no serían posibles. Este es el tema central que abordaremos juntos en este artículo.

Al procrear, el ser humano, quien es solo un efecto surgido de una Causa Incognoscible mayor conocida como Dios o el Todo mismo, desempeña un papel extremadamente importante. No solo contribuye a la preservación y evolución de nuestra especie, sino que también cumple con una "Delegación Divina" que proviene de esa Causa Primigenia que concebimos como Dios. Esta delegación se lleva a cabo de manera repetida pero temporal a través del sexo, transformándonos en "Divinos Creadores". Algunas personas son creadores en potencia, mientras que otras lo son en la práctica. Sin embargo, todos somos portadores temporales de un propósito. Aunque Dios sea un proceso caótico, yo lo interpreto como una Causal por excelencia, ya que podemos resumir nuestra evolución de millones de años en solo nueve meses de gestación. Incluso la palabra misma, gestación, es sinónimo de creación. Nuestros hijos son nuestros propios efectos, y nosotros, sus "Causas Divinas", así como el Proceso Causal Primigenio, Dios, es el creador de todo lo que percibimos y mucho más, y es responsable de haber creado la necesidad de la atracción sexual con fines primordiales de preservación de las especies. En consecuencia, el sexo se convierte en el mayor y más importante Designio Divino Causal, transfiriendo o delegando en nosotros, como sus efectos, la sublime tarea de convertirnos en nuevas Causas Gestadoras. "Dios creó al Hombre" y, por ende, al sexo. En este sentido, el Hombre, como ser universal, se convierte automáticamente en el mismísimo Proceso Creador Primigenio, es decir, en Dios, desde mi perspectiva deísta y relativista.

A través del sexo, al igual que a través de otras actividades humanas, podemos afirmar que "Dios es el espejo de nosotros y nosotros somos el espejo de Dios". El poder del sexo en nuestras vidas es tan significativo que nos transporta, aunque sea por un breve instante, a la misma altura de la Creación.

Sumergiéndonos aún más en la profunda conexión entre el sexo y el ser humano como un reflejo divino, exploramos los diversos aspectos que demuestran la importancia y trascendencia de esta experiencia en nuestras vidas. El sexo no solo despierta pasiones y deseos, sino que también desencadena un complejo entramado de emociones, vínculos y energías que nos vinculan directamente con la esencia misma de la existencia. Al considerar el sexo como un proceso procreador, trascendemos la visión puramente biológica y nos adentramos en un plano metafísico donde el Hombre, en su calidad de ser universal, se convierte en un instrumento de la divinidad. A través de la unión íntima y la concepción, nos convertimos en co-creadores junto con la fuerza primordial que llamamos Dios. Este acto de creación trasciende el ámbito físico y se entrelaza con aspectos espirituales y trascendentales que van más allá de nuestra comprensión.

La belleza del sexo radica en su capacidad para transformarnos temporalmente en "Divinos Creadores". Durante ese instante efímero, nos convertimos en portadores de una semilla de vida, en custodios de la existencia futura. La responsabilidad y el privilegio de participar en la gestación de un nuevo ser nos conecta directamente con el poder creativo y generativo que caracteriza a Dios. Es a través de esta experiencia que nos encontramos cara a cara con nuestra propia capacidad para manifestar vida y generar un cambio profundo en el tejido mismo del universo.

No obstante, el sexo va más allá de su función procreadora. Es un lenguaje universal de conexión, intimidad y expresión. A través de la unión sexual, compartimos no solo nuestros cuerpos, sino también nuestras almas y emociones más íntimas. Es un acto de entrega y fusión donde experimentamos la plenitud y la trascendencia de nuestro ser. El sexo, en su forma sublime y placentera, nos permite experimentar momentos de éxtasis y comunión con lo divino, transportándonos a una esfera donde las barreras entre el ser individual y el Todo se desvanecen.

Además, al explorar otras actividades humanas en las cuales el Hombre se convierte en un Creador, encontramos paralelismos con la naturaleza misma del sexo. Como lo expresé antes, el acto de construir una pared, por ejemplo, implica el uso de la materia prima y la transformación de elementos para crear una estructura sólida y funcional. De manera similar, un artista plástico utiliza su creatividad para dar forma a la materia y transmitir emociones a través de sus obras. En el caso del sexo, también manipulamos los elementos esenciales de la vida para dar origen a un nuevo ser. Entonces, es muy importante el comprender que el poder del sexo se extiende más allá de nuestra propia existencia, ya que influye en la evolución y preservación de nuestra especie, y en todas las demás especies del planeta. En la atracción sexual y el impulso procreador, podemos ver el diseño intrincado y sabio de la naturaleza que asegura la continuidad y diversidad de la vida en todas sus formas. Es en esta intersección entre el instinto animal y la voluntad divina que encontramos el propósito profundo del sexo, un propósito que trasciende las limitaciones individuales y se conecta con el engranaje mismo del universo.

En definitiva, el análisis y estudio de la relación entre el sexo y lo divino nos revela que esta experiencia trasciende los límites físicos y se convierte en una poderosa conexión con la esencia de la Creación. A través del sexo, nos convertimos en co-generadores y portadores temporales de un propósito divino, experimentando momentos de éxtasis y trascendencia que nos elevan a la altura misma de Dios. Es un recordatorio de nuestra capacidad para manifestar vida y generar un cambio profundo en el tejido del universo. El sexo, en todas sus dimensiones, nos invita a reflexionar sobre nuestra existencia y nos muestra el poder y la importancia de esta experiencia en nuestras vidas.

Lic. Nelson J. Ressio.

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07/04/2017

Comparativa.

Recordando mis pequeñas investigaciones respecto de diversos Manuscritos y Códices, algo me vino a la mente, hace muy poco, y que se relaciona con una comparación de Mickey Mouse con ese tipo de demonio dibujado en este caso, en el Codex Gigas, y sabiendo que mi mente, a veces, continúa intuyendo por sí misma, en una especie de Procesos en Background, me llevó a reanudar la búsqueda de tal percepción. Y es por ello que, en la comparación del ratón Mickey (con sus famosos 4 dedos en sus extremidades) y el Demonio del Codex Gigas, observé algo mas allá que unas simples similitudes gráficas, como las que arriba están detalladas:

"... También, como muchas de las víctimas han dicho, ellos mismos están drogados y programados para tomar parte en la matanza ritual y la tortura de otros niños. Esto se graba en video y se les reproduce cuando ellos están en un estado consciente. Y tan aterrorizados de las consecuencias que no se atreven a hablar con las autoridades Otras técnicas para evitar la exposición incluyen el abuso de los niños con un Mickey Mouse o la cabeza de un demonio. Quienes fueron abusados ​​por el Ratón Mickey o el Diablo hacerlos aún menos probables ser creíble. Una mujer que me contactó dijo que su padre la abusó sexualmente mientras que llevaba la cabeza de un demonio y era mucho tiempo antes de que ella supiera que su padre era el responsable. Las historias de la gente que he hablado Y las historias de otros que he leído, hablan de eventos que están más allá de la comprensión o, al menos, sería si ellos no estaban realmente ocurriendo. Beber sangre, comer la carne de cadáveres, miles de adultos y niños enterrados en tumbas profundas, el homicidio de personas frente a la cámara de los llamados videos "snuff", la historia es simplemente atroz. ".
Extraido del Libro, "El Mayor Secreto" de David Icke.

"Mickey o la cabeza de un demonio.". ¿Impensable no?

Esto puede ser una coincidencia y nada más, pero, el propio Disney fue acusado de pedófilo y de otras cosas terribles, como las mencionadas en el texto anterior. Incluso, los programas creados por Disney, muchos de ellos, poseen imágenes subliminales, muchas de ellas, relativas al sexo, sin importar que sean destinadas a las mentes de los niños. El sexo es maravilloso, no tengo nada contra lo que es, el mayor y sublime acto de creación de la raza humana. Lo que si me indigna, es que se pueda alterar la psique de los niños, mientras los padres de hoy en día, se encuentran sumidos dentro de su propio estado de "infantilidad". Los padres actuales, tienen miedo de sus propios hijos, porque ambos son infantiles (padres e hijos), ya que, ni siquiera se atreven a decirles "no", y que ese "no", sea cumplido sin vacilar, por parte del niño. El padre o la madre, cuando dicen "no", el niño en seguida prepara una prueba, y que es, hacer caso omiso a la negativa, y si el niño detecta que su padre o madre, desisten en el esfuerzo de poner límites, el niño carecerá de la necesaria protección futura, al momento en que, llegado el caso, cuando adulto, su jefe, su novia o novio, o bien, su esposa o esposo, les diga "no", con lo cual, sobrevendrán ciertos conflictos internos, y de querer hacer lo mismo que cuando niño, continuar haciendo caso omiso a los "no", con el agregado, de que, ahora es un adulto, y sino está preparado para recibir miles de "no", su psique desprotegida, colapsará, y de allí en mas, sobrevendrán problemas y comportamientos mayores y mas complejos, que no es necesario que los describa aquí.

¿Y a que quería ir con este tema? A que el abuso de pantallas, de programas "para niños", por parte de los niños, mirando, Disney por ejemplo, es un claro ejemplo de la debilidad de carácter que los padres tienen en estos días de comodidades y de banalidades. ¿¿Sufrir, yo padre/madre, diciéndole "no" a mi hijo?? ¡¡NO!!

Este es un ejemplo de imágenes subliminales de Disney. Haga clic en este link de búsqueda de imágenes de Google.

De todas maneras, quiero continuar el tema troncal que ocupa este artículo, y que es la pedofília, seguida de muerte, algo que sucede en muchos ámbitos, y de manera ritualística a veces, con el objeto de obtener energía de los niños que caen en las redes mundiales de pedofilia. Y por supuesto, me mantengo en el terreno áspero de la Corporación de multimedios de Disney y Pyxar en este caso, porque nombraré una película, que a los ojos de la mayoría, es una película de una ternura increíble, además de la calidad de su historia e imágenes; me refiero a "Monsters Inc.", una película, (y que ya tiene su precuela hace mucho tiempo), basada en la obtención de energía, proveniente del sufrimiento de los niños; sufrimiento este, que es causado por una sociedad secreta de "Monstruos", que solo aparecen, cuando los niños duermen. El hacer sufrir a los niños, es el mejor método de obtener energía, para que el mundo oculto de los "Monstruos" pueda mantener todo su nivel de vida funcionando. Pero en ese mundo, hay monstruos que no quieren hacer sufrir a los niños, no quieren ser monstruos, y por ello, son despedidos al mundo de los humanos, tal como le sucedió a "Pie Grande", que solo vende helados en una cueva, en un inhóspito lugar en el que solo existe la nieve. Como vemos, Disney no está, en lo absoluto, ajeno a la comparación realizada arriba, entre Mickey Mouse y esa especie de Demonio dibujado en el, Codex Gigas. Monsters Inc., es un claro ejemplo de la obtención de la energía vital de los niños, como producto de su sufrimiento (provocado por el terror que le ocasionan los monstruos) y de una manera ritual, y únicamente, cuando los niños se encuentran en sus camas. Solo niños pequeños, de una cierta edad, porque los niños que ya van creciendo, no son objeto de obtención de la energía vital.


El monstruo que no quiso aterrorizar a los niños, y fue "devuelto" al mundo de los humanos, en donde solo se dedica a vender helados en un entorno congelado. Esto quiere decir, sino estás con los monstruos, no serás nadie en el mundo de los humanos.

Que mas reflejo de una realidad cruel, en donde los niños, ahora, en este mundo real, pero por parte de los verdaderos monstruos; aquellos seres humanos de mente torcida; los que se dedican a violar, torturar y asesinar a los niños, como un perfecto y terrible vehículo para obtener un rédito espiritual y carnal que va mas allá de lo meramente humano, de lo racional, y que solo surca el camino del mundo animal. Mentes torcidas, dedicadas al terror.

Clic en la imagen para ampliarla.

No quiero decir, con lo anterior, que la película Monsters Inc., y su precuela, inciten a la pedofilia, ni que sus productores lo hagan, ni mucho menos, sino que, quizás, todo lo contrario, quizás estén mostrando una realidad endémica, y que existe, aunque la automatización actual del ser humano impide que se perciba dicha realidad, y que es necesaria que el mundo la vea, posiblemente, de manera velada, en una película de apariencia tierna, y que solo muestra una realidad, que sería imposible mostrarla en una película con personas reales, porque sería la película de terror mas escalofriante de la historia. Incluso, el final de la película Monsters Inc. es que el reino de los monstruos obtiene la energía de los niños, gracias a hacerlos felices, a hacerlos reír, y la energía de la risa, es mucho mas poderosa que la energía que se obtiene del grito; es decir, la energía de un niño alegre, feliz y mentalmente sano, es mucho mas beneficiosa, no solamente para su propio futuro como individuo, sino para el propio futuro de la humanidad en su conjunto, que la energía que se desprende de un niño en constante estado de terror.

Y tampoco quiero asignarle, al Codex Gigas y al Manuscrito Voynich, el terrible acto de incitación a la pedofilia y al asesinato ritual de niños; también, como lo anterior, nada mas alejado de la realidad. A este manuscrito lo he colocado en comparación de un posible fundamento, de parte del propio Walt Disney, en las gráficas de dicho libro, para crear sus mundos de dibujos, y que la productora Disney actual, también continúe basándose en dicho libro, pero, yo no le asigno absolutamente nada malévolo a dicho manuscrito, no, no hasta que se sepa qué es lo que expresan sus indescifrables líneas. Solo hago comparaciones y luego hecho a andar la intuición y la deducción. Incluso, algunos dicen que el origen verdadero de este Manuscrito Voynich, se corresponde con los Cátaros (Hombres Buenos), y por ello mismo; conociendo el catarismo, una doctrina pura, totalmente antagónica al mal, doctrina que fue atacada por la infame Iglesia Católica; estoy seguro de que, ni este Manuscrito Voynich, y ni el Codex Gigas, tienen nada que ver con la pedofilia y la maldad, pero, que sí, efectivamente, lo estimo posible, es que, personas como Disney, y sus sucesores, lo hayan utilizado para sus dibujos, y para mucho más.

Sección del Manuscrito Voynich. ¿Flores o monstruos? Si vio Monsters Inc. de Disney - Pyxar, ¿no le parece que existen similitudes mas allá de una simple pareidolia?
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Algunos de los Monstruos, en forma de juguetes para niños, de la película "Monsters Inc.". Compárelos con las plantas (que dicho sea de paso, no son plantas terrestres) del Manuscrito Voynich, de la imagen precedente.
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Mas Monstruos, los verdaderos diseños del film, "Monsters Inc.". Compárelos con las plantas (que dicho sea de paso, no son plantas terrestres) del Manuscrito Voynich, de la imagen anterior a la precedente.
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Cualquier similitud con la realidad, ¿es mera coincidencia?
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¿Similares no? Si bien, la pareidolia me puede jugar una mala pasada, los creadores de Monsters Inc. pudieron haberse basado en las plantas dibujadas en el Manuscrito Voynich, para crear a los monstruos de ambas películas, pero reitero, esto no quiere indicar que los creadores tengan algo que ver con la incitación a la pedofilia y a la obtención ritual, de la energía de los niños, por medio de causarles terror y sufrimiento constante, no, no es mi intención en lo absoluto. Solo comparo aquí, las similitudes de Disney con el Manuscrito Voynich y el Codex Gigas y un escrito, que detallé más arriba, de David Icke, respecto de un acto de pedofilia; utilizando la máscara de Mickey Mouse o la de un Demonio; de un padre hacia su hija, y desde allí parte todo este análisis.

Nelson J. Ressio.

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01/12/2013


De la evolución por sobre la creación.

¿Porqué otras especies de animales no llegaron, -luego de millones y millones de años-, a evolucionar hacia el nivel de conciencia en que nosotros, los humanos, hoy en día nos encontramos, obtenido éste tan rápidamente, en un poco más de 400 mil años? ¿Existe realmente un eslabón perdido?, ¿o bien los que estamos perdidos en el tiempo somos los seres humanos?, ya que, posiblemente, nuestra carrera evolutiva hacia ser lo que hoy en día somos: "homo sapiens sapiens", no comenzó hace 400 mil años, sino que comenzó mucho antes; me refiero a que -conociendo humildemente los avances arqueológicos respecto de nuestro pasado, y las infaltables pruebas de carbono, etcétera-, la evolución de nuestra conciencia comenzó a recorrer su camino hace millones de años (mas no hace 400 mil) en clara concordancia con la evolución de las demás especies. Con esto quiero decir, -sin querer desmerecer al método científico, del cual me siento orgulloso-, que posiblemente, el eslabón perdido no se encuentre en el período de la evolución humana, sino mas bien, que ese eslabón perdido se halle en nuestra propia manera de entender la evolución humana, y como me caracterizo como un racionalista más (y a veces demasiado!!!), me vuelco siempre a pensar, que el ser humano, -aunque mucho más evolucionado que otras especies respecto de ese enigmático Neocortex cerebral, y sin olvidarme de ciertas especies como los chimpancés, los bonobos o los delfines, los cuales son conscientes de su propia existencia-, el "homo sapiens sapiens", sigue siendo una especie "sin terminar", es decir, que si todavía no puede explicar ese eslabón faltante en nuestra especie, quiere decir, -y solo desde mi punto de vista-, que el eslabón faltante se corresponde a deficiencias de conocimientos y metodologías para comprender nuestra propia realidad pasada, o sea que ese eslabón falta en el hombre y no en lo que podría ser un punto de inflexión entre los simios avanzados y nosotros. 

Cuando surgen estas preguntas, siempre me inclino a lo que estadísticamente tiene mas probabilidad de dar una respuesta. Por ejemplo, a la pregunta: ¿Fueron los Annunaki los que modificaron nuestro ADN y todavía no encontramos aquel primer eslabón perdido? Con lo que a esa pregunta la respondo con probabilidades, es decir: ¿que probabilidad hay (o hubo) de que haya existido una "mano divina" que se hubiera ocupado de mejorar genéticamente a una especie como los simios, (tomando como muestra, a aquellas manos divinas)? Versus: ¿que probabilidad hay de que el mismo ser humano haya evolucionado por si mismo y que se haya equivocado hoy en día en el punto de vista del eslabón perdido, (tomando como muestra a los humanos)? Estadísticamente hablando, veo imposible el poder tomar una muestra estadística de los seres que pudieron crearnos, por lo que la probabilidad resultante de mi primer pregunta es cero. Pero, la segunda cuestión, es una realidad estadística casi innegable diría yo, ya que las probabilidades basadas en una gran muestra, aumentan considerablemente la significancia del resultado, con lo que la probabilidad en esta 2º cuestión es > 0 (y muy cerca de 1, o sea de 100%). A lo que me quiero referir con esto, es que el propio ser humano es el que ha creado realidades, la mayoría de las veces muy acertadas, pero otras muy equivocadas, y solo debemos esperar para que la respuesta correcta, salga a la Luz, a que el ser humano pueda encontrar el eslabón perdido, pero que estaba perdido dentro de su propia comprensión y estudio del mundo y de nuestra evolución.

Del cerebro, de la conciencia y de los dioses.

Ejerciendo una especie de empatía sobre aquel proto-humano, en el justo momento en que éste comenzaba a ver la vida desde la perspectiva bípeda -y no cuadrúpeda-, es clave para entender aquel entorno evolutivo, dejando de lado temas referidos a la propia supervivencia. Entonces, por tal motivo, al momento de ser los únicos animales que, -además de ser bípedos-, pudimos liberar nuestros pies delanteros (o proto-manos) con el roce del suelo, y no solo de vez en cuando, como algunos animales hasta hoy en día lo hacen, sino que, liberamos nuestras extremidades delanteras -de ese único uso que era el pedestre- para siempre, haciendo el caminar bípedo, las 24 horas del día, los 365 días del año. 

Por consiguiente, el propio cerebro se vio en la necesidad de reajustar la utilidad de esas dos extremidades delanteras, de modo que éstas continúen sirviendo para movernos en aquel mundo, pero esta vez no para caminar con 4 patas, sino que, principalmente, para realizar otras actividades todavía a descubrir. Es decir, cuando el proto-humano se percató de que tenía liberadas sus extremidades delanteras (o superiores), y que se podía mover de igual manera que antes por todo su entorno, con solamente la utilización de sus extremidades traseras (o inferiores), allí, en ese preciso momento (y que habrá durado miles de años) es que el nuevo ser bípedo, comenzó a darle otras actividades a dichas extremidades superiores (delanteras), y el cerebro fue el encargado de entregarle nuevas incumbencias a aquellas extremidades "desocupadas". Con esto último, es un tanto lógico que el cerebro haya tenido que realizar un reajuste de su estructura interna para atender a las demandas de caminar, y a las nuevas demandas de dos extremidades libres. Y otro claro aspecto que nos ha hecho lo que hoy somos, es que nuestra visión estereoscópica es clave en nuestra evolución, debido a que, al pasar a tener los ojos totalmente convergentes sobre los puntos a los que dirigimos nuestra mirada (2 lineas oculares totalmente en paralelo con nuestra cara y no oblicuo -o bien, divergentes- como en los camaleones por ejemplo), pasamos a percibir al mundo tal cual -aparentemente- es; es decir, si vivimos en un mundo 3D, al evolucionar con nuestra visión estereoscópica, comenzamos a percibir "la realidad", y junto con las extremidades liberadas, a manejarla a nuestro antojo, con lo que el pobre cerebro debió continuar ajustándose a las nuevas demandas físicas (brazos y vista). Y recordemos que la vista es el sentido que mas poder cerebral ocupa, de todos los demás. 

Debido a los anteriores cambios evolutivos, comenzamos a comunicarnos mejor, no solo por medio de balbuceos primitivos, sino que también con las flamantes manos, y de ese modo se fueron concibiendo conceptos arquetipicos, y a formarse un cierto primitivo lenguaje hablado-gestual (y preguntemonos, ¿porque hoy en día movemos las manos al "ritmo" de nuestras palabras? Simple reminiscencia de aquellos tiempos). Y de aquí en más, todo lo que vino después respecto de mejoras en la dicción, en definir al mundo que rodeaba a aquellos primitivos seres humanos, y a tratar de entender su entorno a través de su primitivo uso de razón -razón creada por aquella liberación de brazos y de la visión estereoscópica- la cual, el mencionado uso de razón, sino podía hallar una explicación a cierto suceso con mucha carga emocional (y reparemos aquí, en que el pensamiento científico todavía se encontraba totalmente en pañales) el cerebro se habría encargado de generar algo parecido al concepto de "deja vú", es decir, cuando aquellos humanos se encontraban bajo cierta disyuntiva, algo inexplicable y que a la vez excitaba de sobremanera sus emociones mas profundas, ese efecto "deja vú", es el que, desde mi perspectiva, ponía una realidad falsa, extraída de sus propios cerebros, para darle "sentido" y calmar su sed de "entender" un determinado suceso inexplicable y emocionalmente significativo. El "deja vú" hace exactamente lo que hacen las religiones, colocar un cierto concepto -creíble o no, dependiendo del observador- dentro de un contexto mucho mas amplio (como por ejemplo, la espiritualidad externalizada) de modo de que aquel concepto "encaje" dentro de una determinada "realidad" de manera tal de que todo ese paquete sea "entendido" -como la religión lo desea- y por los adeptos a esa fe dogmática. 

Entonces, aquellos primitivos humanos, por medio de sus flamantes extremidades y miradas estereoscópicas (sumado a otras evoluciones corporales), comenzaron a darle "sentido" a esos "deja vú", de la misma manera en que lo hace cualquier persona con características de liderazgo, estableciendo sus propias reglas y sus propias creencias ("deja vú's" propios) como colectivas, aceptándolas por parte de las masas seguidoras. De esta manera (y con la ciencia todavía verde, sin brotar todavía) lo inexplicable tenía su sentido a partir de un concepto similar al de "deja vú". 

Por lo tanto, a partir de aquellos "líderes espirituales primitivos", comenzaron a crearse los dioses (y hasta hoy en día millones de personas desconocen que los dioses están dentro de nosotros mismos). Y miles de años después, se crearon y formalizaron las religiones, las que luego, cada una de ellas "formalizó" su/sus dios/dioses.

Y respecto del tema de la capacidad de abstracción, de poder entender, definir y conceptualizar ciertas realidades primitivas, no fue mas que una simple consecuencia de aquellos dos hitos en la evolución humana, el de poder percibir (tocar y ver) el mundo 3D tal cual es. Los animales cuadrúpedos sin visión estereoscópica es como si estuvieran viviendo en un mundo 2D, -desde el punto de vista de ellos-, por lo tanto, no comprenden nuestro mundo, que es 3D, y por ello no han podido evolucionar, hasta tanto les suceda lo que detallé mas arriba, respecto al ser humano. Yo siempre pienso que la especie de simios denominados: Bonobos, son los próximos animales a evolucionar, junto a nuestra especie, hacia una conciencia como la humana.

Entonces, desde mi óptica, el catalizador, el punto de inflexión, etcétera, fue ese gran cambio de cuadrúpedos a bípedos, y de visión 2D a visión 3D, o sea, a percibir al entorno tal cual es en la realidad, y como lo seguimos percibiendo hoy en día.

Incluso, a ese gran y doble catalizador (flamantes brazos y visión 3D), le puedo sumar otro, y que es el sexo frente a frente, es decir que, con éste andar bípedo, pudimos mirar a los ojos a quienes solo veíamos por detrás, es decir, a nuestra pareja sexual femenina, ya que, el cuadrúpedo no ve a los ojos a su pareja, en cambio el bípedo si, con lo que ésta situación de dos seres mirándose a los ojos mientras tenían un acto -que hoy llamamos sexual- pero que en aquel tiempo, -y hasta hoy en día-, era y es casi místico, pienso yo que cambió para siempre nuestra realidad, era el tercer ingrediente que faltaba por sobre los dos primeros catalizadores. El sexo frontal, cara a cara, no solo fue -y es- físico, sino que le dio un toque divino, mental, emocional y místico para el procesamiento de nuestro "atorado" cerebro de aquel entonces.

De aquí en más, la necesidad de explicar la realidad por intermedio de las proto-religiones -y mucho después, el advenimiento de las religiones formales-, hicieron que éstas pudieran tranquilizar -momentáneamente- a aquellas mentes, atestadas de nuevos estímulos inexplicables, con mucha mas fuerza y rapidez que aquella proto-ciencia, cosa que hoy es totalmente inverso, y muy lógico, ya que la ciencia no solo explica y le da sentido, tanto al macro como al micro cosmos respectivamente, sino que algún día ésta se transformará en la única religión del mundo... la de la razón y la de la creencia en uno mismo, en lugar de hacerlo en una especie de "Deja Vú".


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03/06/2013


Hablando del sexo, en tanto que sexo procreador; y no en tanto que sexo meramente constituido como un acto sublime y placentero, es el único proceso además de jugar un papel imprescindible en el bienestar físico, mental y emocional del ser humano en que el hombre, en tanto que su universal, se asemeja a Dios, en lo que respecta a concebir a Dios como un Proceso Creador, Causal, Material y Primigenio.

No está demás aclarar que existen, por supuesto, otras actividades en las que el hombre se transforma en un auténtico Creador llamémosle Dios y que pueden ir desde el noble e importante acto de construir una pared, o unas columnas que soportarán a un edificio, previo diseño proveniente de otra mente Creadora, pasando por los dotes Creativos de un artista plástico, las hazañas de un actor el cual llega con su arte a la misma conciencia de su público, continuando por un escritor, que a través de sus libros, Crea mundos y realidades enteros a su antojo, y finalizando con el mas sublime e importante acto creador, que es el sexo, ya que si no hay creación por medio del sexo, las demás actividades Creativas del hombre, tampoco se darán. De esto último es de lo que trata este artículo.

Por lo tanto, al procrear, el ser humano que no es mas que un mero efecto proveniente de una Causa Incognoscible mayor, denominada Dios, o también el mismísimo Todo juega un rol extremadamente importante, no solo para la preservación y evolución de nuestra castigada especie, sino que también cumple con una "Delegación Divina" proveniente desde aquella Causa Primigenia que yo concibo como Dios llevándola a cavo de una manera repetida pero temporal, ya que, a través del sexo, los seres humanos como así también los animales nos transformamos en "Divinos Creadores", algunos en potencia, otros en hechos, pero Creadores al fin, o sea, en portadores temporales de un propósito y aunque Dios es un Proceso caótico yo lo expreso como Causal por excelencia, pudiendo resumir toda nuestra evolución de millones de años, a solo nueve meses de gestación. Incluso la palabra misma, Gestación, es sinónimo de Creación.

Nuestros hijos, son nuestros propios efectos, y nosotros, sus "Causas Divinas"... sus Creadores.

Como aquel Proceso Causal Primigenio, Dios, fue el que creo a todo lo que percibimos con nuestros sentidos... y mucho mas, y por ende, el que creó la necesidad de la atracción sexual con fines primordiales de preservación de las especies y en consecuencia, las demás incumbencias agregadas y muy importantes, que le supo dar el ser humano, mas alguna que otra especie de simios es que no se debe negar que el sexo es el mayor y mas importante Designio Divino Causal, transformando o delegando en nosotros, como sus efectos, la sublime tarea de convertirnos en nuevas Causas Gestadoras. Dios creó al hombre y por consiguiente, al sexo, por lo que el hombre, en tanto que su universal, se convierte automáticamente, ni mas ni menos, que en el mismísimo Proceso Creador Primigenio, y que es Dios, desde mi Deista y relativo punto de vista. 

A través del sexo, como de las demás actividades del hombre, puedo decir que: "Dios es el espejo de nosotros y nosotros somos el espejo de Dios". 

¡Si tendrá poder el sexo en nuestras vidas, que además de todo, es capaz de transportarnos, aunque sea por poco tiempo, a la altura misma de la Creación!... ¡a la altura de Dios!


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