¿Te gustó esta Web? Haz clic aquí para recibir novedades.
Mostrando las entradas con la etiqueta Interacción. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Interacción. Mostrar todas las entradas

01/04/2024


En el tejido social contemporáneo, surge una reflexión ineludible acerca del comportamiento humano y su relación con el concepto de preservación de la especie. A menudo, nos enfrentamos a situaciones donde la prioridad parece ser la exposición y el morbo en lugar de la intervención para prevenir daños o incluso tragedias. Es como si el ego humano eclipsara el instinto más básico de supervivencia colectiva, relegándolo a un segundo plano en favor de la necesidad de destacar y ser visto. Este fenómeno, lejos de ser una mera anomalía, revela una dimensión profundamente arraigada en la psique moderna.

En este marco, resulta crucial examinar cómo la tecnología y las redes sociales han influido en la forma en que nos relacionamos y respondemos ante situaciones de conflicto. Cada vez más, la tendencia a documentar y compartir experiencias de confrontación parece superar la instintiva reacción de intervención para salvaguardar la integridad física y emocional de los implicados. ¿Qué impulsa esta preferencia por la observación pasiva en detrimento de la acción solidaria? ¿Es acaso la búsqueda de validación social o el deseo de participar en una suerte de "danza" virtual de espectáculo y entretenimiento?

Al reflexionar sobre estos aspectos, es inevitable recordar las palabras de Darwin y su teoría sobre la selección natural. Si bien su enfoque se centraba en la supervivencia de las especies en un contexto natural, podemos extrapolar sus conceptos al ámbito humano y cuestionarnos si estamos desafiando, consciente o inconscientemente, los fundamentos de nuestra propia perpetuación como especie. En lugar de priorizar la cooperación y la empatía, ¿nos hemos vuelto más propensos a satisfacer nuestros propios impulsos egocéntricos?

Por otro lado, resulta fascinante observar cómo esta dinámica se manifiesta en diferentes contextos culturales y sociales alrededor del mundo. Desde enfrentamientos callejeros hasta disputas familiares transmitidas en tiempo real a través de plataformas digitales, la necesidad de protagonismo y visibilidad parece trascender barreras geográficas y generacionales. ¿Qué nos dice esto sobre la naturaleza humana y nuestra relación con la tecnología en la era digital?

No obstante, en medio de esta compleja realidad, también encontramos destellos de esperanza y solidaridad. Son numerosos los ejemplos de personas que, ante situaciones de conflicto, optan por intervenir y brindar ayuda desinteresada, desafiando la corriente predominante de pasividad y espectáculo. Estas acciones, aunque a veces pasen desapercibidas en el ruido mediático, son un recordatorio poderoso de la capacidad humana para trascender el individualismo y conectar con nuestra esencia más compasiva.

En conclusión, el fenómeno observado en la interacción humana contemporánea plantea interrogantes fundamentales sobre nuestra naturaleza y nuestras prioridades como especie. ¿Estamos realmente condenados a la extinción de nuestro instinto de preservación colectiva en aras de la búsqueda de reconocimiento y validación personal? ¿O podemos encontrar un equilibrio que honre tanto nuestra individualidad como nuestra interdependencia como seres humanos? La respuesta a estas preguntas no solo define nuestra existencia presente, sino que también configura el rumbo de nuestra evolución futura.

¿Te gustó esta Web? Haz clic aquí para recibir novedades.

30/10/2023


El analizar el experimento "Universo 25" permite adentrarnos en un mundo de reflexión acerca de la sociedad, la naturaleza humana y la interacción entre individuos en un entorno cerrado. Este fascinante experimento, llevado a cabo por el científico estadounidense John Calhoun entre 1958 y 1962, consistió en la observación minuciosa del comportamiento de una colonia de ratones en un ambiente cuidadosamente diseñado. Aunque el experimento puede parecer distante de la sociedad humana, su relevancia radica en las lecciones que proporciona sobre cómo las interacciones sociales, la disponibilidad de recursos y la estructura de la comunidad pueden tener un profundo impacto en el bienestar y la evolución de una población.

Calhoun creó un "Paraíso de los ratones", un espacio que ofrecía a los roedores una abundancia de comida y agua, así como un amplio espacio para vivir. Al principio, cuatro parejas de ratones fueron introducidas en este entorno idílico, y rápidamente comenzaron a reproducirse. La población de ratones creció exponencialmente, y parecía que el "Paraíso de los ratones" cumplía con su promesa de ser un lugar donde los ratones podían prosperar sin restricciones.

Sin embargo, el entusiasmo inicial pronto dio paso a una realidad más sombría. Después de 315 días, la tasa de reproducción comenzó a disminuir notablemente, y se estableció una jerarquía dentro de la colonia. Los ratones más grandes se volvieron agresivos y comenzaron a atacar a otros miembros del grupo, lo que provocó una cascada de consecuencias negativas. Innumerables machos experimentaron un colapso psicológico, y las hembras se volvieron agresivas con sus crías, en un intento de protegerlas.

Con el tiempo, se observaron comportamientos cada vez más agresivos por parte de las hembras, así como signos de aislamiento y una marcada falta de interés por la reproducción. La natalidad disminuyó significativamente, y la mortalidad de los ratones jóvenes aumentó. Fue dentro de este marco en el que surgieron los "ratones hermosos", una categoría de machos que se negaron a aparearse con las hembras o a competir por territorio. Estos ratones se volvieron apáticos, centrados únicamente en la satisfacción de sus necesidades básicas, como la alimentación y el sueño.

Con el tiempo, los "machos hermosos" y las "hembras aisladas" llegaron a constituir la mayoría de la población. La tasa de mortalidad entre los ratones jóvenes alcanzó el 100%, y la reproducción prácticamente se detuvo. Curiosamente, se observaron comportamientos de homosexualidad entre los roedores, y aumentaron los casos de canibalismo, a pesar de que los recursos alimenticios eran abundantes. Dos años después del inicio del experimento, nació el último ratón de la colonia, y para 1973, el "Universo 25" estaba deshabitado.

Lo más impresionante es que Calhoun repitió el mismo experimento en 25 ocasiones adicionales, y en cada uno de ellos, se llegó a un desenlace similar. El trabajo de Calhoun se ha convertido en un modelo que se utiliza para interpretar el colapso social y ha contribuido, de sobremanera, al estudio de la sociología urbana.

La historia de "Universo 25" deja sobre la mesa, profundas dudas responder, respecto de la interacción social y el equilibrio en una comunidad. ¿Qué factores desencadenaron el deterioro de la colonia de ratones? ¿Cómo se traducen estas lecciones en la comprensión de las sociedades humanas? Podemos reflexionar sobre la importancia de la estructura social, el acceso a recursos y la interacción interpersonal en la formación y el colapso de comunidades humanas.

La relación entre el "Universo 25" y las sociedades humanas se vuelve aún más relevante al observar los paralelismos. Al igual que los ratones, los seres humanos dependemos de una serie de factores para prosperar. La disponibilidad de recursos, la competencia por el espacio y la interacción social desempeñan un papel fundamental en la configuración de nuestras comunidades.

En la sociedad humana, el acceso a recursos, como alimentos, agua, vivienda y oportunidades económicas, juega un papel crítico en el bienestar y la estabilidad de la población. Cuando los recursos son abundantes, las sociedades pueden crecer y prosperar. Sin embargo, al igual que en el "Universo 25", el exceso de recursos no siempre conduce al bienestar sostenible.

La estructura social también desempeña un papel importante. Al igual que en el experimento de Calhoun, las jerarquías y las dinámicas de poder pueden influir en la salud y la cohesión de una sociedad. La competencia por el estatus y la posición social puede llevar a conflictos y tensiones, emergiendo un claro paralelismo en la colonia de ratones, en donde la jerarquía resultó en agresiones y comportamientos desviados.

La interacción social es otro punto de contacto entre el "Universo 25" y la sociedad humana. La calidad de las relaciones interpersonales, la empatía y la cooperación son factores que influyen en la salud de una comunidad. En el caso de los ratones, la agresión y el aislamiento social tuvieron un impacto negativo en la población. En nuestras sociedades, la calidad de nuestras interacciones y la capacidad de resolver conflictos de manera constructiva son fundamentales para el bienestar colectivo. El experimento "Universo 25" nos brinda, de una forma implícita, preguntas profundas sobre cómo equilibrar estos factores en la sociedad humana. ¿Cómo podemos garantizar que el acceso a recursos sea equitativo? ¿Cómo podemos fomentar estructuras sociales que promuevan la cooperación en lugar de la competencia destructiva? ¿Cómo podemos cultivar relaciones interpersonales saludables en nuestras comunidades?

Y además, me resulta muy llamativo y casi evidente, que actualmente esté sucediendo exactamente lo mismo en nuestra especie, que los "resultados" obtenidos en el experimento "Universo 25". Esto también me genera dudas y posteriores cuestionamientos tales como, ¿este experimento pudo haber sido un "fortuito" justificativo deliberado para que; luego de la ingeniería social que se ha hecho -se  continúa y continuará haciendo- con nuestra especie, a través de todo medio de "información" habido y por haber; aceptemos que esté sucediendo en nuestra especie, lo mismo que en el "experimento 25", y que lo atribuyamos todo a una "inevitable" manifestación "natural" de nuestra especie? ¿O es un justificativo determinista como para sentar un precedente "científico" de tal manera que nuestra especie se permita evolucionar hacia un estado de alejamiento total del mundo animal, y que los nuevos miembros de la "Nueva Sociedad" puedan ya, por fin, ser finalmente fabricados y empaquetados a medida del consumidor? ¿Podría ser un precedente "científico" para justificar el colapso cuantitativo de los miembros de nuestra especie, para que sus actuales miembros aceptemos la clonación humana sumado a los ya existentes androides con capacidades cada vez más humanas?

Y para finalizar, este "estudio pionero" me recuerda, además de pensar en el año 2025 como partida para que el Experimento 25 se manifieste en los seres humanos, que la comprensión de la dinámica social y la interacción humana es un desafío continuo. Si bien el "Universo 25" puede haber sido un experimento extremo con ratones, sus lecciones se equiparan a nuestras propias sociedades. Con cada paso que damos en relación a estas cuestiones y a la par buscamos soluciones, podemos esperar arrojar luz sobre cómo construir comunidades más saludables y sostenibles para todos.

¿Te gustó esta Web? Haz clic aquí para recibir novedades.

08/07/2023


La televisión, conocida también como la caja de imágenes, ha sido objeto de análisis y debate por su impacto en la mente humana. Algunos estudiosos se refieren a este fenómeno como "Televisiosis" o "Televisiositis", especialmente en lo que concierne a los niños, quienes se consideran más vulnerables a los efectos psicológicos de esta forma de entretenimiento.

Es importante reconocer que los únicos responsables de permitir que los niños pasen largas horas frente al televisor, sin un control adecuado del tiempo y los contenidos, somos los adultos. Los niños están naturalmente programados para absorber, asimilar, aprender, pensar y deducir todo lo que perciben a través de sus sentidos. Esta capacidad les permite prepararse para la vida adulta. Pero, ¿qué significa estar preparado para la vida adulta? Durante la infancia, los niños deben enfrentarse a eventos y objetos del mundo real, con todas sus realidades, tanto positivas como negativas. Esta experiencia les proporciona una especie de "coraza" psicológica compuesta por dualidades, como el bien y el mal, el sufrimiento y el gozo, las pérdidas y las conquistas. Esta "coraza" los prepara para afrontar las realidades que encontrarán en la edad adulta, sin sucumbir ante la indecisión y la incertidumbre que a menudo caracterizan la vida de los adultos.

Siguiendo esta premisa, un niño que pasa muchas horas al día frente al televisor sufre la pérdida de contacto con varias realidades, lo que puede resultar en trastornos en su desarrollo. Algunos de estos trastornos incluyen una percepción distorsionada de la vida y las personas, una disminución de la actividad cerebral orientada a la percepción de sonidos e imágenes cargados de conceptos que pueden modificar la realidad propia de los niños, una pasividad y receptividad excesivas en detrimento de una actitud activa y proactiva, falta de comunicación social con la familia y amigos, disminución de la creatividad, la imaginación y la inventiva, problemas de atención o el llamado Trastorno de Atención, alteración de la paz y armonía familiar debido a los programas de televisión que se eligen, problemas visuales si los niños miran la televisión a menos de tres metros de distancia, percepción y asimilación de una realidad alterada y virtual, tiempo perdido que podría utilizarse para actividades familiares, amistades, estudio, lectura, creaciones intelectuales y muchas otras cosas más.

¿Cuál es la responsabilidad de los padres en relación con el tiempo que los niños pasan frente a este "chupete electrónico" llamado televisión? La respuesta es simple: ¡toda la responsabilidad! Dado que los niños aún no han madurado lo suficiente como para comprender los efectos negativos, somos los adultos los que debemos tomar conciencia y tomar decisiones sobre el tiempo y los contenidos que nuestros hijos consumen en la televisión. Debemos ser firmes en la implementación de estas decisiones. Sin embargo, no es suficiente ser adultos restrictivos en la libertad de nuestros hijos. También debemos pasar tiempo de calidad con ellos durante los momentos libres de televisión que nosotros mismos les hemos impuesto. Si controlamos eficazmente el tiempo y el contenido que ven, debemos tener la misma dedicación para participar en actividades extra-televisivas, como jugar cartas, ajedrez, leer juntos todos los días y tener conversaciones sobre temas que ellos elijan o puedan manejar desde su perspectiva aún inmadura. También es importante salir a compartir momentos de juego físico con la familia y amigos. En mi caso, estas sesiones ocurren todas las noches durante una hora o más, y no son obligatorias, sino que son iniciativa de los propios niños. El objetivo es generar hábitos y costumbres positivas en los niños, para que después de unos pocos meses de práctica, sean ellos mismos quienes recurran a estas buenas prácticas que mencioné anteriormente.

¿Qué responsabilidad tiene la escuela en relación con este enemigo de la intelectualidad que es la televisión? La respuesta es: mucha responsabilidad. ¿Cómo deberían actuar los profesores ante este tema? En primer lugar, deben predicar con el ejemplo y advertir sobre el daño que la televisión puede causar tanto en el presente como en el futuro. Si el tema de la influencia de la televisión no se encuentra dentro de los programas curriculares, debería incluirse. Si ya está presente en la currícula, los profesores deben utilizar ejemplos y una buena didáctica para mostrar a los estudiantes los aspectos detallados anteriormente.

En resumen, desde mi humilde punto de vista, la capacidad intelectual de las personas está inversamente relacionada con el tiempo que han pasado y pasan frente al televisor. Esta máquina, que provee una serie de dependencias psicológicas e ideológicas a mentes desprotegidas, genera una relación proporcional en la sociedad. A mayor tiempo dedicado a la televisión, menor es la capacidad intelectual de la sociedad en su conjunto. Esto implica menos tiempo para cultivar el conocimiento, lo cual tiene graves implicaciones para la participación de las personas en la construcción y el mantenimiento de un mundo mejor. Entre estas implicaciones se encuentra la ausencia de libertad de pensamiento y expresión, el debilitamiento de virtudes esenciales como la tolerancia, el respeto y la empatía, y la manifestación de sentimientos de ira ante situaciones irrelevantes que no contribuyen a lo que realmente importa en la vida.

Si deseamos construir un mundo cada vez mejor en todos los sentidos, los adultos, incluidos los padres, los docentes, los políticos, etcétera, debemos asegurarnos de que el tiempo de los niños no se convierta en tiempo perdido. Si lo permitimos, nuestro futuro estará en peligro y la sociedad pagará las consecuencias.

Diversos estudios científicos respaldan la idea de que una exposición excesiva a la televisión puede tener efectos perjudiciales en los niños. Por ejemplo, la investigación realizada por el Centro de Investigación sobre Niños, Medios y Salud de la Universidad de California ha demostrado que la exposición prolongada a contenidos violentos en la televisión está relacionada con un aumento en la agresividad y la disminución de la empatía en los niños (Johnson, 2020). Otro estudio llevado a cabo por la Academia Americana de Pediatría reveló que los niños que pasan más tiempo frente al televisor tienen un mayor riesgo de desarrollar obesidad, problemas de sueño y dificultades en el rendimiento escolar (American Academy of Pediatrics, 2021). Estos hallazgos enfatizan la importancia de establecer límites adecuados y fomentar otras actividades saludables para el desarrollo integral de los niños.

Es fundamental que los adultos seamos conscientes del impacto de la televisión en la percepción de la realidad de los niños. El psicólogo Albert Bandura ha destacado la capacidad de los medios de comunicación para modelar conductas y actitudes, argumentando que los niños que se exponen a contenidos agresivos en la televisión pueden imitar dichos comportamientos en su vida diaria (Bandura, 2001).

La reconocida escritora y activista social Jane Goodall ha expresado su preocupación por el impacto de la televisión en la conexión con la naturaleza y la empatía hacia los animales. Goodall afirma: "Cuando los niños pasan largas horas frente al televisor, se desconectan de la belleza y la fragilidad del mundo natural. Esto limita su capacidad para preocuparse por el bienestar de los animales y el medio ambiente" (Goodall, 2018).

Además de los efectos perjudiciales en el desarrollo emocional y cognitivo de los niños, la televisión también puede afectar la calidad de las relaciones familiares y sociales. La falta de comunicación interpersonal y el aislamiento social son consecuencias comunes cuando los niños se sumergen en una dieta constante de programas televisivos. Por ello es fundamental que los padres y los docentes se involucren activamente en el tiempo libre de los niños y promuevan actividades enriquecedoras que fomenten la interacción, la creatividad y el aprendizaje. Esto implica establecer momentos de lectura conjunta, juegos de mesa, salidas al aire libre y conversaciones significativas sobre temas que despierten el interés de los niños.

En definitiva, la televisión puede ser una fuente de entretenimiento y conocimiento, pero también puede tener efectos perjudiciales en el desarrollo de los niños si no se controla adecuadamente. Los adultos tenemos la responsabilidad de regular el tiempo y los contenidos que nuestros hijos consumen en la televisión, brindándoles una educación equilibrada y oportunidades para crecer en todos los aspectos de sus vidas. Recuerda que la televisión no debe convertirse en una niñera electrónica, sino en una herramienta complementaria para el aprendizaje y el entretenimiento responsable.

Referencias:

  • Johnson, E. (2020). The Impact of Television on Children's Social and Emotional Development. Center on Media and Child Health.
  • American Academy of Pediatrics. (2021). Media and Children.
  • Bandura, A. (2001). Social cognitive theory of mass communication. Media Psychology, 3(3), 265-299.
  • Goodall, J. (2018). The Importance of Connecting Children and Nature. 

¿Te gustó esta Web? Haz clic aquí para recibir novedades.

Donar en Patreon
Nota: Todos los artículos de esta web, www.erminauta.com, poseen Copyright. Cualquier uso indebido, como copia, lectura o transcripción similar en cualquier medio, ya sean páginas web, directos en video, videos grabados, o podcast personales en audios, son una fiel violación a los derechos, lo cual es penado por la ley de propiedad intelectual. De todos modos, si desea crear una información a partir de esta, deberá, de manera inexorable, nombrar la fuente, que en este caso soy yo: Nelson Javier Ressio, y/o esta web mediante el link específico al/los artículo/s mencionado/s.
Safe Creative #0904040153804


Recomendados

Subscribe to RSS Feed Follow me on Twitter!
☝🏼VOLVER ARRIBA☝🏼